La oración no es para decirle a Dios lo que quieres, sino para escuchar lo que Él quiere para ti.Para orar no te compliques con lecturas excesivas. Orar es muy sencillo. Se trata de orar no de leer sobre ello.
Evita hacerlo de forma mecánica y rutinaria y si decides usar una plegaria ésta podría ser: JESUCRISTO HIJO DE DIOS, TEN PIEDAD DE MÍ, PECADOR. Repítela con tranquilidad centrándola en tu corazón.
Puedes abrir los ojos un momento y mirar un icono que evoque en ti lo sagrado.
No fuerces nunca la plegaria, una de las claves fundamentales de la oración es dejar que la plegaria "suceda" como la respiración "ocurre" sin esfuerzo.
Los mejores momentos son al amanecer y al anochecer.
Si sois un grupo (familia, comunidad) orar juntos. ¡Apaga la tele y enciende una vela en el oratorio ante el icono!
No fuerces la oración verbal cuando el silencio llame a tu puerta.No le tengas miedo.
Finalmente, aunque estés en soledad,ponte en camino y ora. El mundo del espíritu ha estado siempre lleno de solitarios y sigue estándolo aunque estén escondidos en las ciudades.
Y recuerda siempre que no hay nada tan hermoso para un ser humano como la oración.
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