RUMANÍA: DECISIÓN DEL SANTO SÍNODO SOBRE EL COMPORTAMIENTO SACRAMENTAL Y LITÚRGICO DE LOS SACERDOTES Y CREYENTES ORTODOXOS
"Durante la reunión del 8-9 de julio de 2008, el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rumana debatió sobre el acto de comunión de Monseñor Nicolás, metropolitano de Banat, durante la celebración de una liturgia greco-católica y sobre la concelebración de Monseñor Sofronio, obispo de Oradea, con un obispo greco-católico durante la celebración de la gran oración de la bendición de las aguas.El Santo Sínodo desaprobó estos actos no canónicos de ambos obispos, que provocaron la polémica y la confusión en la Iglesia. Posteriormente, el Santo Sínodo tomó nota de su arrepentimiento y penitencia, gestos que fueron acogidos como un primer signo de corrección.En cuanto al comportamiento sacramental y litúrgico de los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los monjes y monjas, y los laicos de la Iglesia Ortodoxa Rumana en relación con otras religiones, según los cánones y la enseñanza de la fe ortodoxa, el Santo Sínodo manifestó que no le está permitido a ningún obispo, sacerdote, diácono, monje o monja, o laico de la Iglesia Ortodoxa Rumana el comulgar en otra iglesia cristiana. Tampoco le está permitido al clero ortodoxo concelebrar los Santísimos Sacramentos y los Actos Sacramentales con los miembros de otras confesiones cristianas.Los que no se sometieran a esta decisión corren el riesgo de perder la comunión de fe con la Iglesia Ortodoxa y estarían sujetos, por consiguiente, a sanciones adaptadas según el lugar que ocupan en la Iglesia: la retrogradación o la deposición, para los miembros del clero, y la interdicción de comulgar para los laicos". Tomado de la traducción de "De Ortodoxia"
"Durante la reunión del 8-9 de julio de 2008, el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rumana debatió sobre el acto de comunión de Monseñor Nicolás, metropolitano de Banat, durante la celebración de una liturgia greco-católica y sobre la concelebración de Monseñor Sofronio, obispo de Oradea, con un obispo greco-católico durante la celebración de la gran oración de la bendición de las aguas.El Santo Sínodo desaprobó estos actos no canónicos de ambos obispos, que provocaron la polémica y la confusión en la Iglesia. Posteriormente, el Santo Sínodo tomó nota de su arrepentimiento y penitencia, gestos que fueron acogidos como un primer signo de corrección.En cuanto al comportamiento sacramental y litúrgico de los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los monjes y monjas, y los laicos de la Iglesia Ortodoxa Rumana en relación con otras religiones, según los cánones y la enseñanza de la fe ortodoxa, el Santo Sínodo manifestó que no le está permitido a ningún obispo, sacerdote, diácono, monje o monja, o laico de la Iglesia Ortodoxa Rumana el comulgar en otra iglesia cristiana. Tampoco le está permitido al clero ortodoxo concelebrar los Santísimos Sacramentos y los Actos Sacramentales con los miembros de otras confesiones cristianas.Los que no se sometieran a esta decisión corren el riesgo de perder la comunión de fe con la Iglesia Ortodoxa y estarían sujetos, por consiguiente, a sanciones adaptadas según el lugar que ocupan en la Iglesia: la retrogradación o la deposición, para los miembros del clero, y la interdicción de comulgar para los laicos". Tomado de la traducción de "De Ortodoxia"
No hay comentarios:
Publicar un comentario